Fragmento del Prólogo de Alejandra Fritz

..."Toda la energía que se mueve dentro de esa estructura quedará guardada allí para siempre, como un templo."...

jueves, 11 de septiembre de 2014

Subcutanea.


PIELES tiene como finalidad sumar y exponer, desde la propuesta fotográfica, experiencias que nos permitan analizar nuestro modo de ser, pensar y actuar de manera individual y colectiva.

Es una invitación a compartir miradas desde lo cercano, lo próximo, lo cotidiano, que nos abrirá a nuevos diálogos y reflexiones sobre la subsistencia humana, la configuración del hábitat y la determinación de los estilos de vida.

Invitamos a formar parte de esta muestra anual, enviando fotografías que hagan referencia a los diferentes ejes temáticos abordados en cada bimestre.

Tercera piel: La casa.Inaugura el Jueves 18 de Septiembre a las 18hs.
El refugio humano. Construcciones dispensadores de felicidad. El espíritu del hombre para construir, alterar, modificar y vivir en armonía con la naturaleza. Habitantes en su existencia diaria. Arquitecturas y modos constructivos.

PARTICIPACIÓN VECINAL:”SUBCUTÁNEO” muestra grupal
HERNAN LOPEZ, NATALIA COSTA, CELESTE CORIA, ELIZABETH MEDINA, ANIBAL AMARILLA, NESTOR SANTACROCE, YAEL GOMEZ MORENO, DARIO LESME Y 

Gracias museos Quilmes por la invitacion.



Fotos de la Apertura de la muestra aqui!

(CLIK EN EL  LINK DE ABAJO)

viernes, 20 de junio de 2014

Palabras que nos hizo llegar Mauro Basiuk luego de visitar la muestra. Gracias!

Acerca de “8 casas”
¿Cuantas cosas, cuantas personas puede contener una casa?
En tanto espacio físico, una casa comprendería una construcción en la cual, y por la cual, transitan y se alojan individuos. Es dado pensar que las casas son habitadas por familias o por personas que se conocen y crean un universo de relación posible. Los lugares donde coinciden desconocidos son transitorios o indeseables, por lo cual escapan a la intención del valor positivo de “la casa”, sinónimo de construcción o isla de cemento agrupada en torno a otras para formar conglomerados (vecindarios, en su forma más políticamente correcta), en los cuales cada casa funciona como refugio con su distribución de cuartos, sus problemas de humedad a cuestas, sus moscas posibles revoloteando, etc.
Siguiendo la línea de este valor positivo asignado, la casa sería el lugar al que uno quiere regresar cuando sale, sea por el acto reflejo de honrar la propiedad o para dar con los huesos provisoriamente en un sitio conocido, sea alquilado o no. Con lo que cuesta obtener la escritura de una casa, el mentado techo propio podrían hacerse diez mil páginas como mínimo, hasta satirizando la odisea por ser pequeño propietario, en tanto afincamiento. Como ésta y otras cuestiones exceden la sencilla operación de acompañar la muestra, me limito a resumir y destacar la razón de ocho elecciones visuales, como miradas y maniobras vinculadas a estas casas imaginarias.
Durante doce días, en una de las salas de la Casa de la Cultura de Quilmes se reprodujeron las dimensiones de un espacio común, con ventanales que dan a la plaza San Martín, en constante movimiento. Cada uno de los ocho artistas que montaron la muestra 8 casas lograron darle su formato a la obra, más allá de los materiales empleados. Sea acrílico sobre madera o xilografía, primaron ideas sobre el caos o figuras geométricas en las diversas participaciones reunidas. Los ladrillos, bloques y maderas imitaron la función que tienen los elementos en la naturaleza, intentando la suerte de un pequeño orden que recree el ambiente de un planeta, casa equis, con sus proporciones dadas y conocidas, aunque no necesariamente divulgadas.
De las 25 obras estimadas, se desprende el mismo concepto que, a su vez remite al prólogo de Alejandra Fritz, “cada casa contiene momentos, es símbolo de nuestra cotidianeidad, de nuestra historia”. Una referencia en plural que desmonta la sola intención de propiedad que se erige entre individuos que desconfían de sus hermanos, en favor de ocho miradas, distintas pero complementarias.
INSTANTES DE UN INMUEBLE
Porque si uno lo piensa, se tratan tan solo de instantáneas, como retratos dentro de ese universo limitado por las reverberaciones del sitio-casa que tiene el sentido de serlo por sus rincones y ordenamientos (algunos le llaman “lógica”). Las líneas y los elementos elegidos dan cuenta de ese sentido plasmado que es sólo una parte de lo que puede considerarse al verlo. Aunque resulte una obviedad, la perspectiva real permite contemplar mejor los espacios, sean instantáneas o casas duraderas, inmuebles a la usanza del mercado inmobiliario, más atento a los valores que al confort.
El instante del inmueble, de lo inmóvil se convierte en una tarea donde lo que prevalece es la mirada del que entra a él, recorriendo contornos y ángulos, se trate de una tapera o una mansión, un rancho o un palacete señorial (¿notaron cómo hay objetos comunes, sea la casa de un notario o el departamento emparchado de un estudiante? juguemos a enumerar: canillas, espejos, picaportes, roperos...). Allí donde estén, desde la posición que se elija verlos, con la óptica que se prefiera: quien peque pretender la totalidad logrará una parte vacía de su deseo.
La noción de instante no anula la continuidad posible, pero la restringe a los visitantes, a los que llegan al espacio que contiene la muestra. Es en ellos donde puede motivarse la secuencia, a su vez en otras casas, las de cada uno que recorrió las 8 casas en cuestión donde los artistas son, claro, instantes de su creación que, por suerte, es particular y móvil.
Mauro Basiuk
Estudiante de Comunicación Social UNLP